Yo, aparte de acosar a Jon Arretxe, también lo leo. Siempre, con fidelidad absoluta. Así somos las monas. En esta ocasión, la décima aventura (o desventura) de Touré se desarrolla en Canarias. Ya desde la dedicatoria vemos que va a ser un homenaje a Alexis Ravelo. Efectivamente, está Touré malviviendo por Las Palmas y ¿con quién se va a topar? ¡Con el mismísimo Eladio Monroy! No sabéis la ilusión que me hizo, como si Jon Arretxe nos devolviera un poco a Alexis.
No es que a Touré le vaya a ir mucho mejor aquí. Como siempre, se va a ver involucrado en toda clase de líos y violencia, pero es menos amarga que otras entregas, tiene más toques de humor. Nuestro héroe se va a meter a practicar la lucha canaria. Y lo peor no serán los golpes.
He tomado una decisión, últimamente tengo monotonía de monas. Estoy otorgando 4 monas a todo el mundo. Bueno, a todos mis amigos. Lo siento, pero me resulta imposible ser objetiva. Es cierto que casi todos mis amigos escriben muy bien, pero luego si en una primera novela he dado tres y luego me parece que han mejorado, subo a cuatro y nunca puedo quitar monas, de manera que he decidido que solo doy monas con número a los desconocidos. A los que quiero (y empiezo hoy porque Arretxe en esta casa siempre tiene cuatro por derecho propio) les voy a dar