Dirección: Wim WendersIntérpretes: Kōji Yakusho; Tokio Emoto; Aoi Yamada; Yumi Asou; Sayuri Ishikawa; Tomokazu Miura; Min Tanaka
Esta es una película preciosa, pero no es para todo el mundo. A mí me encantó, pero Pseudomona se pasó la peli mirando al reloj y buscando postura. Porque pasar, poca cosa pasa. Vemos la rutina de un hombre contada con todo detalle: el ruido de una mujer que barre las hojas le sirve de despertador, recoge el futón, se asea, se viste y se va a su trabajo como limpiador de baños públicos en Tokio. Después del trabajo va a una casa de baños, cena en un bar y vuelve a casa. Vemos pequeñas pinceladas de su pasado, que no llegamos a conocer; de su gusto por la buena literatura y la música de los 70 y 80, que oye en casete y de la simpatía que parece sentir por la dueña de un bar al que va los días festivos. Pero de alguna manera, eso que puede parecer un rollo, muestra el secreto de un hombre feliz. Y da qué pensar.
