Sigo preparando la mesa de Bruma negra y disfrutando mucho. No había leído antes nada de Maite Ochotorena, pero solo es una muestra de mi incultura, porque tiene varias novelas publicadas y famosas.
Este es un thriller de esos que no puedes soltar. Para que os hagáis idea de la trama: un miembro de un grupo de trabajo noruego aparece asesinado en la base de la Antártida. La policía encargada del caso, Erika Oblyakov, pide ayuda a Mikel Ibarra, un exertzaina submarinista que ha trabajado como guía varias veces como guía en ese territorio. Mikel está atravesando un mal momento y no parece que vaya a acceder, pero finalmente se embarcan los dos en una aventura que resultará mucho más peligrosa de lo que imaginaban. Me maravilla que la autora se haya metido en un terreno tan extraño y alejado de nuestra realidad cotidiana y lo haya hecho tan bien. Pasas frío y pasas miedo mientras lees la novela. He tomado dos decisiones después de leer este libro: no iré nunca a la Antártida y leeré más novelas de Maite Ochotorena.