Dirección: Beatrice Pollet
Intérpretes: Maud Wyler, Géraldine Nakache, Grégoire Colin, Roman Kolinka, Fanny Cottençon, Pascale Vignal, Pascal Demolon, Ophélia Kolb Kasapoglu, Alizée Caugnies, Valentine Bourgeois,
Ayer fue la clausura del Festival de cine y Derechos Humanos. Como a mí lo que me gusta es el glamur, aunque sea en los festivales comprometidos, fui a la inauguración y a la clausura. Así que ayer me enteré del palmarés: Premio del Público al Mejor Largometraje: Las buenas compañías, de Silvia Munt; Premio Amnistia Internacional: The Losts Souls of Syria, y Premio del Jurado Joven al Mejor Cortometraje: Yellow de Elham Ehsas. Que sepáis que tuvo mérito por mi parte ir a ver una película en francés subtitulada en euskera. Pero las monas somos así, aguerridas y lanzadas. Es posible que me perdiera algunos matices, pero conseguí seguir bien la historia. La peli me interesó más por el tema que por la parte cinematográfica. Trata sobre los embarazos crípticos. Se llama así a esos en que las mujeres no se enteran de que están embarazadas hasta el parto, e incluso, después del parto, entran en un estado de shock y no reconocen lo expulsado como un bebé. Esto le sucede a la protagonista, una mujer de clase media, casada con dos hijas, que durante su embarazo tuvo reglas cada mes y no se notaba en absoluto que estuviera embarazada. La ley trata a estas mujeres como infanticidas y es muy difícil que nadie las crea, ni en su entorno más cercano. La película es un poco fría, muy sobria, pero resulta interesante y la protagonista está muy bien en su papel de mujer desconcertada.