Os he dicho que llevo taurga toda la semana y no os miento. Este libro no lo he entendido y, además, me ha puesto triste. Empieza como una novela de detectives. Un joven que comienza en una agencia recibe el encargo de averiguar qué ha sido de Noëlle Lefebvre. Pese a que se interesa mucho por el caso, no es capaz de averiguar por qué despareció la mujer. Treinta años más tarde, mucho después de abandonar su trabajo como detective, recomienza la búsqueda, aunque ni él sabe el motivo que le lleva a buscarla. Los personajes que aparecen tienen recuerdos parciales, disfusos, contradictorios los unos con los otros. Supongo que es un libro sobre la memoria y el olvido, pero a mí no me ha quedado claro que quería contarnos el autor. Para una vez que leo a un premio Nobel, no lo entiendo y me pongo triste. Mona, vuelve a tu rama.(No la puntúo porque no sé qué darle)
