Elegí esta novela en el Reto Serendipia 2022 (en el que voy fatal, por cierto. Es la primera que leo). Me encantan el título y la portada, que, además, son muy apropiados para la historia que nos cuentan. Es el año 1849 en Madrid. El ministro Bravo Murillo y un diputado sufren un atentado del que salen ilesos, aunque mueren dos de sus acompañantes y uno de los autores. Pedro Arróniz es el nuevo comisario del distrito del Prado y le solicitan que investigue el caso de forma secreta por considerar que se trata de un atentado con móviles políticos y temen que pueda desetabilizar al gobierno. Arroniz recibe la sugernecia de que el crimen puede estar relacionado con la inminente aprobación del sistema métrico decimal que Bravo Murillo apoya. La trama resulta muy interesante porque, además de la investigación, el autor nos muestra muchas cosas de ese momento tan turbulento de la historia de España. También es un gusto recorrer las calles del Madrid de la época y seguir una investigación sin más elementos que lo que se pueda obtener de los interrogatorios y la reflexión. Miguel Izu está muy bien documentado y he aprendido muchas cosas con esta novela que, lamentablemnte, olvidaré pronto porque tengo una memoria de pez.
