Me lo estoy pasando muy bien con la lectura de las novelas que me toca presentar en la mesa de Bruma negra. Ahora le ha tocado el turno a Pisto a la bilbaína, el primer caso del profesor Loizaga, según dice la portada. Supongo que eso significa que tendremos más, lo que me alegra porque es muy buen personaje. Loizaga es un detective muy atípico: es profesor de Filosofía en un instituto de Bilbao, donde tiene que intentar que sus alumnos alejen por un momento sus mentes de Gran hermano y reflexionen, aunque sea un poquito. Tiene un amigo ertzaina que sabe de sus habilidades y a veces le pide ayuda. En este caso se trata de un secuestro. La mujer de un conocido arquitecto ha desaparecido y los secuestradores piden 3 millones de euros por liberarla. Esto no interesaría al profesor, que considera que los delitos relacionados con el dinero son aburridos, pero algo le cuenta su amigo que despierta su interés. Entre clases e investigaciones, Loizaga tiene tiempo para su verdadera vocación: la comida. Hacerla y degustarla. Me he pasado la novela salivando, no me pasaba dese que leía los platos le preparaba Adelina a Montalbano . Es una novela divertida, que trata con humor temas que son muy serios. Os la recomiendo.
PISTO A LA BILBAÍNA (MONA JACINTA)
Me lo estoy pasando muy bien con la lectura de las novelas que me toca presentar en la mesa de Bruma negra. Ahora le ha tocado el turno a Pisto a la bilbaína, el primer caso del profesor Loizaga, según dice la portada. Supongo que eso significa que tendremos más, lo que me alegra porque es muy buen personaje. Loizaga es un detective muy atípico: es profesor de Filosofía en un instituto de Bilbao, donde tiene que intentar que sus alumnos alejen por un momento sus mentes de Gran hermano y reflexionen, aunque sea un poquito. Tiene un amigo ertzaina que sabe de sus habilidades y a veces le pide ayuda. En este caso se trata de un secuestro. La mujer de un conocido arquitecto ha desaparecido y los secuestradores piden 3 millones de euros por liberarla. Esto no interesaría al profesor, que considera que los delitos relacionados con el dinero son aburridos, pero algo le cuenta su amigo que despierta su interés. Entre clases e investigaciones, Loizaga tiene tiempo para su verdadera vocación: la comida. Hacerla y degustarla. Me he pasado la novela salivando, no me pasaba dese que leía los platos le preparaba Adelina a Montalbano . Es una novela divertida, que trata con humor temas que son muy serios. Os la recomiendo.