Una vez más, Mónica Serendipia me ha hecho comprar un libro teniendo tropecientos en la balda de pendientes. Pero no se lo voy a echar en cara porque me he divertido mucho con la apelación( y sabe Dios que me hacía falta).Es una novela escrita a base de correos electrónicos y wasaps, pero no resulta nada pesada ni forzada. Charlotte y Fami, dos jóvenes abogadas, han de repasar los correos de un grupo de personas relacionadas todas con un crimen. Son miembros de un grupo de teatro aficionado , todos vecinos de un pueblecito inglés en el que nunca pasa nada. Todos muy buenas personas que colaboran en la recaudación de dinero para financiar un tratamiento contra el cáncer de una niña, hija y nieta de miembros del grupo. Los correos nos van mostrando las distintas personalidades, las alianzas y rivalidades de un lugar que, más que un paraiso, parece la charca de las ranas. Resulta muy ameno y al rato estás intentando tú también averiguar qué ha pasado ahí Quizás no es alta literatura, pero por lo bien que me lo ha hecho pasar le concedo
