Unos amigos iban a empezar la lectura de este libro, vi que lo tenía en Storytel y decidí unirme al grupo. Con ese título yo me imagina una novela de abogados, que me gustan bastante, pero, no. Es de psicópatas, que también es bastante de mi gusto. Los protagonistas son Washington Poe y Tilly Bradshaw, que ya han protagonizado otras novelas del autor. Trabajan en la Agencia Nacional contra el Crimen y colaboran con la policía (no creáis que he entendido muy bien qué hace cada uno de los cuerpos). En vísperas de Navidad empiezan a aparecer dedos cortados en diferentes sitios y un extraño mensaje #BSC6. Los agentes deben averiguar qué hay detrás de un hallazgo tan macabro. La pareja protagonista tiene casi superpoderes: él tiene una intuición que raya en la magia y ella, que parece tener algún grado de asperger, no solo es buenísima con la informática, sino que vale para todo y es muy buena persona. La trama es entretenida, la primera parte de búsqueda de pistas me ha gustado bastante, pero la resolución del caso me parece completamente inverosímil y no hay quién se la trague. Es entretenida, pero súper sin más.Por tener tanta inmerecida fama mundial le quitamos una mona y la dejamos en
