No tengo por costumbre hablar mal de autores jóvenes y menos si son españoles. Normalmente, si no me gustan, no hago reseña. Pero he visto que las novelas de esta chica son best-sellers y en cambio mi blog no lo lee casi nadie, así que no la voy a perjudicar. Porque lo cierto es que Cómo matar a una ninfa no me ha gustado. A lo mejor es una cuestión generacional, creo que no soy el público objetivo de esta novela. Es posible que a las chicas jóvenes les interese más, pero a mi me irritaba la protagonista que va todo el rato a la FNAC y a Starbucks y que, incluso en los momentos más complicados del caso, tiene tiempo para tórridos episodios de sexo. El caso que ocupa a esta detective novata es la desaparición de una hermosa modelo que parece tener relación con un asesino en serie que mata a sus víctimas quemándolas vivas. El caso pasa por muchas fases, de hecho, de pronto lo dejan de lado y la detective se va a chospar en moto por Galicia, pero luego vuelve y lo retoma. Qué queréis, a mí si la prota no me cae bien, me cuesta interesarme en la trama. Es entretenida, eso sí, pero no de mi gusto. Le damos
