Qué delicia de novela. Justo lo que yo necesitaba en plena segunda ola peluda de la pandemía-pandemonium. Estoy yo por la evasión. Los protagonistas de la novela son un grupo de ancianos que viven en un lujoso complejo residencial en la campiña inglesa. Son cuatro amigos que se reúnen los jueves para intentar desentrañar antiguos crímenes sin resolver. El grupo lo componen un antiguo sindicalista, un psiquiatra jubilado, una enfermera viuda que escribe un diario fascinante y Elizabeth, una mujer con un pasado que intuimos muy interesante. La situación cambia cuando de estudiar casos sobre el papel, pasan a enfrentarse a un crimen real. La policía no tendrá más remedio que aceptar su colaboración, de mejor o peor grado. Es una historia refrescante, con humor e intriga que se lee en un suspiro. Ideal para descansar la cabeza.
