Ay, creo que Almudena Grandes está a punto de ganarse el título de mi escritora favorita (viva y en español, se entiende). Estará la mujer nerviosa ante esta nominación, pero es que estoy fascinada con los Episodios de una guerra interminable. Había leído alguno hace tiempo, pero luego se te acumulan los libros y tenía varios pendientes. Disfruté tanto con La madre de Frankestein que decidí retomar la serie. Acabo de terminar esta maravilla. Nino, un niño de nueve años hijo de guardia civil, vive con su familia en la casa cuartel de Fuensanta de Martos. Son los años cuarenta y la sierra de Jaen está llena de maquis. Nino vive como normal una existencia dura, pobre y fea hasta que llega a su pueblo Pepe el portugués y con su amistad comienza a descubrir muchas cosas de la vida.
Es un libro muy duro y muy tierno a la vez. Duro porque la época lo fue, tierno porque la mirada del protagonista le aporta inocencia y frescura. He sentido el frío de esos inviernos de sabañones y botellas de agua caliente, el calor de esos veranos andaluces, la emoción de las primeras lecturas... De verdad, es precioso. Si no lo habéis ledo, corred a comprarlo.´
