No he disfrutado mucho con estos relatos porque me han sabido a poco, soy mucho más de la novela que del relato y más cuando, como es el caso de esta autora, la obra tiene un ritmo de escritura lento y pausado, con retratos psicológicos complejos. En los relatos solo te asomas a su mundo. Con todo, a nadie le amarga un dulce y me ha gustado el libro. Con ese tono tan victoriano que le es propio, nos muestra que a cualquier edad se puede ser un asesino, que la infancia no es una época de inocencia y candor y que donde las dan, las toman. Estas mujeres tan dignas y comedidas tiene un lado oscuro que da miedo...
