Es muy divertida toda la parte dedicada a su infancia y su familia, es como esas escenas que a veces aparecen en sus películas, donde un niño pelirrojo y con gafas convive con una familia gritona e insufrible. La verdad es que no parece que profesionalmente haya sufrido mucho. Comenzó escribiendo chistes para otros, mejor o peor pagados. Habla de muchos humoristas americanos que, lamentablemente, no conozco. Me hubiera gustado que se extendiera más en las explicaciones sobre sus películas (no parece dar mucha importancia a ninguna de sus obras) y menos en el conflicto sobre los supuestos abusos sexuales, aunque entiendo que eso habrá marcado su vida. Sus relaciones con las mujeres son como en sus películas: completamente neuróticas. En cualquier caso, los seguidores de Woody Allen disfrutaran del libro.
En resumen, que no se moja mucho, ¿no? Quizás por eso el título. Bromas aparte, se está vendiendo como churros y, en general, buenas críticas, pero si no toca demasiado sus películas no sé yo. Besos