El otro día presenté a la autora de esta novela en la librería Denetariko de Barakaldo. Me hizo mucha ilusión porque, aparte de gustarme la novela, la autora es mi cuñada. Como dije allí, pese a la corriente anticuñadil que nos invade, yo soy muy fan de todos mis cuñados y cuñadas.
Esta es la primera novela de Almudena que también se ha lanzado al género policíaco. Primera instancia nos muestra la investigación de un crimen cometido en un pueblecito de Andalucía. La autora nos contó muchas cosas sobre su novela y os voy a hacer un resumen. Las protagonistas son tres mujeres: Lucía, Inmaculada y Lola. Lucía está de vacaciones con su novio. Iba a ser una escapada romántica y secreta porque Jorge está casado. Por desgracia, el día de su llegada se encuentran en el escenario del crimen y su plan de vacaciones cambia drásticamente. Inmaculada es una jueza muy joven que se enfrenta a un caso de asesinato en su primer destino y Lola es la víctima, una mujer bellísima que ha tenido una vida bastante desgraciada.
A través de los ojos de Lucía e Inmaculada vamos avanzando paso a paso en la investigación desde dos puntos de vista muy diferentes que solo tiene en común que son forasteras y pueden tomar una cierta distancia de los asuntos del pueblo.
Cuando escribimos se nos cuelan en los libros los temas que nos parecen importantes y en esta novela están muy presentes el amor y el miedo. Por algo será...
Hay un detalle en la novela que me gusta mucho: las descasualidades. Es un término que se ha inventado Almudena y que cierra cada capítulo. Todos sabemos lo que son las casualidades, pero también hay cosas que estuvieron a punto de pasar y no sucedieron y que, quizás, han tenido impacto en nuestras vidas.
Lo vais a pasar muy bien con Primera instancia, su trama engancha desde la primera página y ya estamos esperando más aventuras de Inmaculada, porque me parece que esta mujer no va a tener una vida laboral sosegada.
Ya sabéis que no soy imparcial, pero a Almudena no podía darle un número concreto de monas, tiene que ser ¡una lluvia de monas!
Esta es la primera novela de Almudena que también se ha lanzado al género policíaco. Primera instancia nos muestra la investigación de un crimen cometido en un pueblecito de Andalucía. La autora nos contó muchas cosas sobre su novela y os voy a hacer un resumen. Las protagonistas son tres mujeres: Lucía, Inmaculada y Lola. Lucía está de vacaciones con su novio. Iba a ser una escapada romántica y secreta porque Jorge está casado. Por desgracia, el día de su llegada se encuentran en el escenario del crimen y su plan de vacaciones cambia drásticamente. Inmaculada es una jueza muy joven que se enfrenta a un caso de asesinato en su primer destino y Lola es la víctima, una mujer bellísima que ha tenido una vida bastante desgraciada.
Lo pasamos muy bien en Denetariko |
A través de los ojos de Lucía e Inmaculada vamos avanzando paso a paso en la investigación desde dos puntos de vista muy diferentes que solo tiene en común que son forasteras y pueden tomar una cierta distancia de los asuntos del pueblo.
Cuando escribimos se nos cuelan en los libros los temas que nos parecen importantes y en esta novela están muy presentes el amor y el miedo. Por algo será...
Hay un detalle en la novela que me gusta mucho: las descasualidades. Es un término que se ha inventado Almudena y que cierra cada capítulo. Todos sabemos lo que son las casualidades, pero también hay cosas que estuvieron a punto de pasar y no sucedieron y que, quizás, han tenido impacto en nuestras vidas.
Almudena con los miembros más jóvenes del club de fans |
A lo mejor, si no hubiéramos repetido curso nunca habríamos conocido al hombre con quien nos casamos. ¿Existe el destino? A la autora le gusta la frase de Josefina Aldecoa: "Nadie escapa a su destino porque nadie puede escapar a su carácter".
Lo vais a pasar muy bien con Primera instancia, su trama engancha desde la primera página y ya estamos esperando más aventuras de Inmaculada, porque me parece que esta mujer no va a tener una vida laboral sosegada.
Ya sabéis que no soy imparcial, pero a Almudena no podía darle un número concreto de monas, tiene que ser ¡una lluvia de monas!