Si estuviéramos en uno de esos debates sobre "qué es novela negra" (de los que huyo como de la peste, todo sea dicho) no sé si aceptarían a la novela de Alex como negra. Yo, que no soy muy de las clasificaciones, creo que lo es. Y también es más cosas: es una novela muy psicológica, de personajes, de sufrimientos y formas de enfrentarlos, de amores y desamores. No sé por qué me recordaba al Muñoz Molina de Beltenebros. Quizás esa ciudad que puede ser cualquiera, el terrorismo, la melancolía que desprende. Me he quedado un pelín triste después de la lectura, como si los protagonistas me hubieran contagiado parte de su angustia. Creo que eso significa que está muy bien escrita.
