Gracias a mis malas artes y a un jamón que le envié a Ricardo Bosque, he conseguido que me invitaran a la tercera edición de Villanoir. Es probable que los asistentes se preguntaran asombrados "Esta que no es famosa ¿por qué viene cada año?", pero yo me hacía la loca y me pegaba a Rosa Ribas intentando pasar camuflada entre el grupo de los escritores. Llegamos el viernes puntuales, porque a mi amiga Idoia y a mí nos gusta asistir a todo lo que ofrezca Villanoir. El programa comenzaba con la proyección de Sed de mal, de esas pelis maravillosas que hacían antes. El doblaje latino nos hizo volver a nuestra infancia cuando amenazaban a alguien con una "golpiza". Orson Wells, fantástico y Marlene Dietrich haciendo de Marlene Dietrich (¿esta mujer hacía algo más que mirar con cara de estar de vuelta de todo?).
Luego tuvimos cena con los participantes. Yo, pese a haber nacido en Barcelona, soy muy de pueblo y me emociono cuando veo escritores famosos de cerca. Y tan majos y normales, oye. Lo pasamos fenomenal charlando con Rosa Ribas y su marido Klaus (un encanto, por cierto); oyendo las historias de Juan Madrid e intentando escuchar al pobre Juan Mari Barasorda que estaba completamente afónico.
El sábado por la mañana tuvimos la mesa de cómic. Este año ya sabíamos (por la experiencia del año pasado) que nos iba a gustar a pesar de no ser lectoras de este género. Javier Marquina y Cristina Hombrados presentaban a Antonio Altarriba y Keko. De nuevo fue una mesa apasionante y nos entraron unas ganas tremendas de leer Yo, asesino y Yo, loco, por desgracia se agotaron enseguida y los tendremos que tener sin firma de los autores. Evitamos la comida común para no salir de Villanúa rodando y por la tarde a las cinco en punto estaba en mi mesa "Crímenes sin fronteras. Españoles por el mundo" con Salva Alemany, Rosa Ribas y José Luis Muñoz. Yo lo pasé muy bien oyendo a mis compañeros hablar de tierras fronterizas, gente que nunca es de aquí ni de allá y me compré Alacrán, la última novela de Salva Alemany, (compañero de fatigas de el premio La Trama de Ediciones B). Luego José Luis Muñoz tenía que hacer un interrogatorio a fondo a Juan Madrid.
Yo pensé que Ricardo explotaba al pobre José Luis hasta que presencié el interrogatorio. Me pido ese papel para próximos eventos. Tú le preguntas, por ejemplo, qué hora es a Juan Madrid y empieza "para hora la que pasé en Malaga en 1958..." . A partir de ahí encadena recuerdos, anécdotas, muestra su amplia cultura y su gracia y te quedas embobada escuchando durante más de una hora, mientras el entrevistador se relaja y sabe que no necesita hacer más esfuerzo. Seguimos con Paco Etxeberria y Dani Álvarez que nos hicieron pasar un rato estupendo con El lector de huesos. Nos contaron montones de cosas interesantes y,además, divertidas.Para terminar presenciamos un crimen a cargo de un equipo teatral excelente con Eli Fuentes, Salomé Gómez, Miguel Sanz,
Rubén Torronteras y Ana Anguita Luego cena, más charlas y más risas. Mis únicas preocupaciones ahora son que Ana Etxabe no se presente a las elecciones, que la New York Library contrate a Miriam Stolisky y que se me ocurra con qué sobornar a Ricardo Bosque en próximas ediciones. ¡Viva Villanoir!
Fantástica mesa de cómic |
Nuestra mesa |
Juan Madrid ¿entrevistado? por José Luis Muñoz |
Feliz como una perdiz con Rosa Ribas y Noemí pastor |
El equipo al completo |
Crímenes en directo |
Francisco Etxeberria en plan CSI |