Ya sabéis que soy muy fan de Mónica Gutiérrez. Creo que me he leído todas sus novelas de género feelgood. Ahora se ha lanzado por nuevos caminos y, para no defraudar a sus seguidores, ha cambiado de nombre. En esta nueva andadura por el género fantástico se llama Alice Lovelace. Tenía curiosidad. No suelo leer fantasía, aunque tuve mi época y el género vampiros nunca me ha atraído, pero me fío de Mónica. Y hago bien. Esta es, efectivamente, una novela fantástica ambientada en Londres (¡cómo le gusta Londres a nuestra Mónica!). Con sus vampiros, demonios, hombres con súper poderes, pero hasta ahí se le nota un pequeño toque feelgood. Quizás es el té que toman o algunos escasos momentos de confort entre tanta batalla, lluvia, frío y penalidades. Y, por supuesto, una historia de amor que te tiene en vilo toda la novela. No hacía más que pensar ¿cómo acabar esto? No os lo voy a contar, os la leéis que es muy chula.
Una de las cosas que más me gustan de Mónica es que, aunque las historias sean siempre románticas, nunca falta el humor y las protagonistas nunca resultan cursis porque siempre tiene una chispa especial. Lo dicho, nuevo camino y misma calidad. Bienvenida señorirta Lovelace
Ya me agradeciste en las redes, me doy por agradecida. Y no soy lectora del lado oscuro, soy lectoras de tus novelas.
Ay, juraría que me había pasado por aquí para darte las gracias por leerme. En fin, nunca es tarde: ¡muchas gracias! Qué sorpresa encontrar aquí esta novela, no te hacía lectora del lado oscuro, jajajajaja. Ya has visto que me sale el feelgood y las tacitas de té incluso entre vampiros decapitando con espadas vikingas. Si es que la cabra tira al monte… Besos.