Nuestro segundo día en Portimao decidimos hacer turismo elegante e ir a una playa donde se alquilaban kajacs para ir a una gruta preciosa. No es que yo tenga gran confianza en mis capacidades remeras, pero el resto de la expedición se vino arriba y allí nos fuimos. Algo deberíamos haber sospechado al ver coches aparcados a un kilómetro de la playa y, más aún, al llegar y ver un semáforo en rojo en la propia arena.
En efecto, no quedaban plazas de barco, de kajac ni de patera; el agua estaba llena de algas y perdí un anillo de oro de mas de cien años que llevaba puesto y que se cayó al agua por primera (y última) vez mi vida. ¿Sería el karma? ¿Fuimos Herodes en una anterior reencarnación? A punto de abandonar el Algarve entre maldiciones volvimos a nuestro pequeño horno en Portimao. Pero los valientes no se rinden tan fácil. Dispuestas a darle la vuelta a la situación, Mona-Da y yo fuimos a darnos un masaje y a preparar un plan para el día siguiente.La victoria es de los que perseveran (si no lo dijo Confucio, seguro que lo pensó).
Efectivamente, Confucio tenía razón. Al día siguiente fuimos a Belixe, a una cala estupenda de aguas cristalinas (y heladas), con sus cuevas y muy poquita gente. Quizás el motivo es que había que bajar un montón de escaleras (y después subirlas, claro).
A partir de ahí ya cambió nuestra suerte. Encontramos la parte bonita de Portimao en la que hice una colección fotos "puertas de Portugal", visitamos Faro, que nos gustó mucho, aunque no supieron darnos noticias de María la portuguesa y acabamos las vacaciones felices como perdices. Eso sí, si queréis ir al Algarve, evitad agosto, es mala época.Palabra de mona.
Abochinched beach |
Efectivamente, Confucio tenía razón. Al día siguiente fuimos a Belixe, a una cala estupenda de aguas cristalinas (y heladas), con sus cuevas y muy poquita gente. Quizás el motivo es que había que bajar un montón de escaleras (y después subirlas, claro).
Belixe |
Puerta portuguesa |
Colores de verano |
Os macacos sao felizes |
Faro |
Puerta portuguesa II |