¡Por fin! Después, de tenernos 17 años en el más cruel abandono, Daniel Pennac vuelve con la saga Malaussène. Es cierto que en estos años el hombre ha escrito, pero otras cosas. Yo creo que lo último que leí fue Mal de escuela libro que considero de lectura obligatoria para todos los profesores del mundo (y para los alumnos "zoquetes" y sus atribulados padres).
Lo malo de que haya pasado tanto tiempo es que he olvidado mucho de las tramas de las primeras novelas, aunque añade una relación de personajes al final para resituarte. Si no leísteis las primeras, ya podéis correr a comprar La felicidad de los ogros, El hada carabina, La pequeña vendedora de prosa, El señor Malaussène, Los frutos de la pasión y Moros y cristianos. Creo que me los voy a volver a leer todos. Es casi imposible definir estas novelas. Tienen una trama de intriga, mucho humor y unos personajes fascinantes. Aquí nos encontramos a benjamín Malaussène mucho mayor, sus hermanos pequeños ya vuelan por su cuenta y su hijo también. Un importante empresario ha sido secuestrado y, como siempre, Benjamín se ve complicado en una historia de la que no es en absoluto responsable, pero es que cuando uno nace para chivo expiatorio... En este blog Daniel Pennac siempre tendrá
Lo malo de que haya pasado tanto tiempo es que he olvidado mucho de las tramas de las primeras novelas, aunque añade una relación de personajes al final para resituarte. Si no leísteis las primeras, ya podéis correr a comprar La felicidad de los ogros, El hada carabina, La pequeña vendedora de prosa, El señor Malaussène, Los frutos de la pasión y Moros y cristianos. Creo que me los voy a volver a leer todos. Es casi imposible definir estas novelas. Tienen una trama de intriga, mucho humor y unos personajes fascinantes. Aquí nos encontramos a benjamín Malaussène mucho mayor, sus hermanos pequeños ya vuelan por su cuenta y su hijo también. Un importante empresario ha sido secuestrado y, como siempre, Benjamín se ve complicado en una historia de la que no es en absoluto responsable, pero es que cuando uno nace para chivo expiatorio... En este blog Daniel Pennac siempre tendrá