Tenía ganas de leer algo de Susana Hernández desde que la conocí en Villanoir. Me pareció una mujer sensata, inteligente y agradable y estaba bastante segura de que sus novelas me gustarían. Pero ya sabéis lo que pasa: una que recomiendan en Calibre 38, una de tu autor favorito, una pendiente desde hace dos años y la inspectora Santana sentada esperando. El fin de semana, por fin, le llegó la hora. He disfrutado mucho con la novela. Me gusta que pase en Barcelona y recorrer calles y barrios que conozco; me gustan sus protagonistas, mujeres muy diferentes entre si con sus problemas laborales, sentimentales y familiares; me gusta la trama con un asesino en serie de chicas deficientes (que ya es rizar el rizo de la maldad). Todo con un lenguaje ágil y rápido, con buenas escenas de acción y de sexo (para mí los temas en los que es más difícil dar con el punto).
Lo mejor de todo es que tiene más novelas de la misma protagonista: Contra las cuerdas y Cuentas pendientes ( y espero que la saga continúe). Más libros a mi interminable lista de pendientes...
Lo mejor de todo es que tiene más novelas de la misma protagonista: Contra las cuerdas y Cuentas pendientes ( y espero que la saga continúe). Más libros a mi interminable lista de pendientes...