Dirección: Jean Libon , Yves Hinant
Leyendo la descripción de la peli, no sabíamos qué tipo de peli nos íbamos a encontrar. Y resulta que después de verla hay gente que sigue sin tenerlo claro. En realidad es muy sencillo de explicar. Los directores rodaron entre 200 y 300 horas de la vida de la jueza de instrucción belga Anne… haciendo su trabajo. Han seleccionado las 8 historias más interesantes y las han montado. Sin música, sin comentarios, sin entrevistas a las personas que lo protagonizan. La jueza tiene una personalidad muy interesante; las historias de sus clientes son terribles y el montaje, muy bueno. Todo ello hace que la película parezca de ficción, en la rueda de prensa tuvieron que asegurar ochenta veces que todo era real, que ella es así.
La jueza me maravilla, me encanta su manera de llevar la vida con un toque de humor. Porque si no es así, si no encuentras una manera de reírte cuando te enfrentas cada día a la parte más fea del mundo, o te vuelves oscuro y frío o te mueres de la pena. El público se asombra y se inquieta porque Anne trata temas muy duros con naturalidad, sin corrección política y sin tabúes. No porque no los respete, creo que queda perfectamente reflejado su sentido de lo bueno, de lo malo y de la justicia. Si no porque son su realidad, porque no les tiene miedo, porque lo ve continuamente. Muy interesante el comentario que hizo en la rueda de prensa, “No entiendo que no se conozca esta realidad… para mí es evidente, pensaba que todo el mundo sabía lo que ocurre… Quizás no tenemos contacto suficiente con gente que vive de manera diferente a la nuestra”.
En las series de ficción están de moda esos personajes antihéroes, malhablados, ingeniosos, y buenos en lo que hacen, tipo House. Y resulta que cuando descubrimos un personaje así en la vida real hay gente que se inquieta, se incomoda. A mi me emociona, ojalá haya más como ella.
No voy a decir lo de que la realidad supera a la ficción, porque está ya muy manido, pero… eso.
Ah, y voy a buscar inmediatamente los otros trabajos documentales de los directores, como la serie de TV “Strip-tease”.
