Recién salida de la imprenta y con una presentación a la estaba invitado y a la que me hubiera gustado asistir —y más a posteriori—, afronté con curiosidad la novela de Elisa Beni, "Pisa mi corazón".
Conozco a la autora por razones profesionales, por lo que quizá esperaba otra cosa —un thriller jurídico o policial— y aunque "Pisa mi corazón" tiene esa forma, me ha sorprendido por el contenido.
En las primeras diez páginas narra una sesión de sadomasoquismo extremo en la que muere un banquero que ostenta la cuarta fortuna de España.
Las cien siguientes, de las 328 que tiene la novela, la autora nos trata de hacer ver cómo hemos llegado hasta allí y profundiza en el sadomasoquismo, especialmente en la dominación femenina, con sesiones de dominatrix y todo un repertorio de juguetes, aparatos, roles sexuales,etc.
Solo entonces, cuando aparentemente se inicia la investigación policial del crimen, aparecen los recursos de las cloacas del Estado, los mecanismos de defensa e influencia del poder con mayúsculas y comienza la verdadera novela. Hasta entonces no había aparecido la supuesta protagonista, Marta Carracedo, una psicóloga de la policía que debería llevar a sus compañeros a la resolución del caso.
Sin embargo, Beni frustra a su protagonista y el caso acabará resolviéndolo su novio, psicólogo clínico, como ella.
El caso es que ni jueces, ni policía, más allá de lo imprescindible tienen mucho papel en esta novela, que se adentra en el thriller, pero psicológico. Beni explora los límites de la confidencialidad de las sesiones clínicas y de las consecuencias de saltarse las normas.
La novela está bien escrita, aunque el tema no me ha enganchado. Recomendable para los amantes de la psicología y, sobre todo, del sadomasoquismo.
Conozco a la autora por razones profesionales, por lo que quizá esperaba otra cosa —un thriller jurídico o policial— y aunque "Pisa mi corazón" tiene esa forma, me ha sorprendido por el contenido.
En las primeras diez páginas narra una sesión de sadomasoquismo extremo en la que muere un banquero que ostenta la cuarta fortuna de España.
Las cien siguientes, de las 328 que tiene la novela, la autora nos trata de hacer ver cómo hemos llegado hasta allí y profundiza en el sadomasoquismo, especialmente en la dominación femenina, con sesiones de dominatrix y todo un repertorio de juguetes, aparatos, roles sexuales,etc.
Solo entonces, cuando aparentemente se inicia la investigación policial del crimen, aparecen los recursos de las cloacas del Estado, los mecanismos de defensa e influencia del poder con mayúsculas y comienza la verdadera novela. Hasta entonces no había aparecido la supuesta protagonista, Marta Carracedo, una psicóloga de la policía que debería llevar a sus compañeros a la resolución del caso.
Sin embargo, Beni frustra a su protagonista y el caso acabará resolviéndolo su novio, psicólogo clínico, como ella.
El caso es que ni jueces, ni policía, más allá de lo imprescindible tienen mucho papel en esta novela, que se adentra en el thriller, pero psicológico. Beni explora los límites de la confidencialidad de las sesiones clínicas y de las consecuencias de saltarse las normas.
La novela está bien escrita, aunque el tema no me ha enganchado. Recomendable para los amantes de la psicología y, sobre todo, del sadomasoquismo.