Para los que no lo conozcáis, Villanúa es un pueblo precioso del Pirineo de Huesca. Tiene unos 500 habitantes censados, aunque los fines de semana o en verano esa cifra se multiplica por tropecientos. No es raro porque es un sitio ideal para aficionados al esquí, montaraces y amantes de la naturaleza en general.
Ahora es cuando os preguntáis qué pinto yo en un sitio así cuando soy lo menos montañero que conocéis.
Pero es que Villanúa tiene más cosas: por ejemplo, una biblioteca con chimenea que ha ganado el premio María Moliner; una gente animosa y con ganas de organizar actividades culturales, como la concejala de cultura Ana Etxabe, la bibliotecaria Miriam Stolisky o Ricardo Bosque que, aunque no vive allí, ha sido el impulsor de unas jornadas sobre género negro que han sido todo un éxito.
Como llegamos tarde me perdí el concierto del trío Dilettanti, que era el acto inaugural de Villanoir, pero a la mañana siguiente mi amiga Idoia y yo llegamos las primeras a la biblioteca. Tuve la suerte de participar en una mesa llamada "Nuevas voces de la literatura criminal" con Carlos Bassas (El honor es una mortaja, Siempre pagan los mismos, Mal trago), Susana Hernández (La Casa Roja, La puta que leía a Jack Kerouac, Curvas Peligrosas , Contra las cuerdas, Cuentas pendientes)y Santiago Álvarez (La ciudad de la memoria, Jardín de cartón).
No conocía a ninguno personalmente pero disfruté y aprendí mucho charlando con ellos. Y por la tarde, más negruras. Estupenda la mesa "Alto en nombre de la ley" donde varios cuerpos policiales estaban representados: Policía Nacional con Esteban Navarro, que no sé cómo le cunde la vida a este hombre para trabajar de poli bueno y escribir todo lo que lleva publicado (Una historia de policías, El reactor de Bering , Los ojos del escritor, Diez días de julio, La puerta vacía, Los crímenes del abecedario ,El buen padre ,La noche de los peones , Los fresones rojos , La casa de enfrente ); Policía Local con Oscar Bribián (Mentes perversas, Raazbal, El sueño del depredador) y Guardia Civil con Lorenzo Silva. Ya perdonaréis que no os ponga todo lo que ha escrito Silva, pero es que se me cansa la mano. Aprovecho para recomendar Donde los escorpiones que pronto comentaré en el blog. Moderó estupendamente Juan Mª Barasorda, alma vida y corazón de Bruma Negra de Plentzia.
Luego estuvimos a punto de morir de risa con la presentación de Paco Bescós "El mundo del crimen en la publicidad". Creo que voy a dedicarme a ver publicidad en vez de series, hay auténticas joyas.
Para acabar Santiago Álvarez cantó una canción acompañado de guitarra. He de decir que ahí ya les empecé a coger rabia. ¿Todo lo tienen que hacer bien? De Carlos Bassas ya sé que es sensei de no sé qué arte marcial, Ricardo Bosque esquía fenomenal y supongo que Susana Hernández baila claqué como Ginger Rogers. Y encima todos son listos, divertidos y es todo un plan irte de cena o gintonics con ellos. Pero bueno, he hecho unas cuantas respiraciones profundas y me he repetido "no tengo envidia" unas cuantas veces y parece que voy mejor. Pues nada, estoy pensando en hacerme de la cofradía de santa Orosia o aprender a cantar jotas para ver si me invitan muchas veces más.
Ahora es cuando os preguntáis qué pinto yo en un sitio así cuando soy lo menos montañero que conocéis.
Pero es que Villanúa tiene más cosas: por ejemplo, una biblioteca con chimenea que ha ganado el premio María Moliner; una gente animosa y con ganas de organizar actividades culturales, como la concejala de cultura Ana Etxabe, la bibliotecaria Miriam Stolisky o Ricardo Bosque que, aunque no vive allí, ha sido el impulsor de unas jornadas sobre género negro que han sido todo un éxito.
Como llegamos tarde me perdí el concierto del trío Dilettanti, que era el acto inaugural de Villanoir, pero a la mañana siguiente mi amiga Idoia y yo llegamos las primeras a la biblioteca. Tuve la suerte de participar en una mesa llamada "Nuevas voces de la literatura criminal" con Carlos Bassas (El honor es una mortaja, Siempre pagan los mismos, Mal trago), Susana Hernández (La Casa Roja, La puta que leía a Jack Kerouac, Curvas Peligrosas , Contra las cuerdas, Cuentas pendientes)y Santiago Álvarez (La ciudad de la memoria, Jardín de cartón).
Con mis compas de mesa. Todo un lujo. |
Con todos los participantes. Igual no se nota, pero estaba muy emocionada. |
Para acabar Santiago Álvarez cantó una canción acompañado de guitarra. He de decir que ahí ya les empecé a coger rabia. ¿Todo lo tienen que hacer bien? De Carlos Bassas ya sé que es sensei de no sé qué arte marcial, Ricardo Bosque esquía fenomenal y supongo que Susana Hernández baila claqué como Ginger Rogers. Y encima todos son listos, divertidos y es todo un plan irte de cena o gintonics con ellos. Pero bueno, he hecho unas cuantas respiraciones profundas y me he repetido "no tengo envidia" unas cuantas veces y parece que voy mejor. Pues nada, estoy pensando en hacerme de la cofradía de santa Orosia o aprender a cantar jotas para ver si me invitan muchas veces más.
Santa Orosia, a la que voy a encomendarme para que alguien publique mi novela |
Si lo pides tú, Mona-mour, seguro que la santa te hace caso!!!!
Esta primavera pienso hacer la ruta de las ermitas y hablar con Santa Orosia de lo tuyo. Mona-mour.
Uy, Montse, si somos almas gemelas. Solo me falta jubilarme en Villanúa. Un abrazo.
Gracias, muchisimas gracias, efectivamente en Villanúa se está muy bien, te lo dice una catalana de nacimiento, madre donostiarra y jubilada Villanuense. Que Santa Orosia nos acompañe.
Arriba está y sí, cuesta arriba, pero te aseguro que merece la pena.
Seguro que está muy cuesta arriba. Las santas gustan de las alturas…
Pues vas a tener que hablar con Mercedes para que "te lleve" a la casa de la santa para encomendarte en vivo y en directo.
http://www.excursionesporhuesca.es/actividades/la-ruta-de-las-ermitas-de-yebra-de-basa/#.WL74-vk1_IU