Dirección: Rebecca Miller
Intérpretes: Greta Gerwig, George Ashiotis, Bill Hader, Monte Greene, Travis Fimmel, Fredi Walker-Browne, Ethan Hawke, Maya Rudolph, Brendan Titley, Stephen Lin, Wallace Shawn, Julianne Moore, Mina Sundwall, Jackson Frazer, Alex Morf
Canta el gran Mario San Miguel que tener un plan es siempre inteligente pero que cumplirlo a rajatabla es paranoico. Si bien tener un plan puede ser inteligente, los planes de Maggie no son en absoluto inteligentes. Es más, rozan el disparate. Voy a ir a buscar a su casa a quienes catalogan películas como comedia, en mi opinión, con demasiada alegría. Maggie’s plan no es una comedia. Si entendemos por comedia lo que hace reír. No me ha hecho reír y dudo mucho que pueda hacerlo a nadie. Lo más sorprendente de la película es que trata con total desprecio al verdadero drama que crean sus personajes. Es algo insólito.
A los escritores de guiones se les aconseja una especie de prueba del nueve que consiste en contestar a la pregunta ¿y por qué cojones los personajes no…? Desgraciadamente es una prueba que no supera Maggie’s plan, lo que a mí no me parece criticable. Es más, lo aplaudo. El problema surge cuando la película, que juzga muy duro a sus personajes vistiéndoles de forma pintoresca, haciéndoles caprichosos y algo lelos, pretende que el espectador cree empatía con sus dramas cuando ya es absolutamente imposible y para colmo, obviando el verdadero drama que ignoran por la estupidez neoyorquina de sus protagonistas, pues parecen no dar la merecida importancia habiendo menores de por medio, ocupados por problemas de rango muy inferior para los que sí tienen planes y, como canta Mario, los cumplen a rajatabla los muy paranoicos de ellos. Ni buen drama, ni mucho menos comedia. Ni chicha ni limonada.
Intérpretes: Greta Gerwig, George Ashiotis, Bill Hader, Monte Greene, Travis Fimmel, Fredi Walker-Browne, Ethan Hawke, Maya Rudolph, Brendan Titley, Stephen Lin, Wallace Shawn, Julianne Moore, Mina Sundwall, Jackson Frazer, Alex Morf
Canta el gran Mario San Miguel que tener un plan es siempre inteligente pero que cumplirlo a rajatabla es paranoico. Si bien tener un plan puede ser inteligente, los planes de Maggie no son en absoluto inteligentes. Es más, rozan el disparate. Voy a ir a buscar a su casa a quienes catalogan películas como comedia, en mi opinión, con demasiada alegría. Maggie’s plan no es una comedia. Si entendemos por comedia lo que hace reír. No me ha hecho reír y dudo mucho que pueda hacerlo a nadie. Lo más sorprendente de la película es que trata con total desprecio al verdadero drama que crean sus personajes. Es algo insólito.
A los escritores de guiones se les aconseja una especie de prueba del nueve que consiste en contestar a la pregunta ¿y por qué cojones los personajes no…? Desgraciadamente es una prueba que no supera Maggie’s plan, lo que a mí no me parece criticable. Es más, lo aplaudo. El problema surge cuando la película, que juzga muy duro a sus personajes vistiéndoles de forma pintoresca, haciéndoles caprichosos y algo lelos, pretende que el espectador cree empatía con sus dramas cuando ya es absolutamente imposible y para colmo, obviando el verdadero drama que ignoran por la estupidez neoyorquina de sus protagonistas, pues parecen no dar la merecida importancia habiendo menores de por medio, ocupados por problemas de rango muy inferior para los que sí tienen planes y, como canta Mario, los cumplen a rajatabla los muy paranoicos de ellos. Ni buen drama, ni mucho menos comedia. Ni chicha ni limonada.