Intérpretes: Itsaso Arana, Francesco Carril, Aura Garrido.
Hay películas que, por circunstancias que se me escapan, resultan especiales. La reconquista es una de ellas. Se le podría acusar fácilmente de cursi, de torpe, de inexacta, y sin embargo, no pierde nada de su capacidad de emocionar. Tiene una estructura rara, imprecisa. Bebe de muchas referencias: Rohmer, algo de Linklater, Moretti… Referentes necesarios a quien todos admiran pero pocos copian. Jonás Trueba lo hace. Su gran valor no es la imitación, sino que copia el espíritu de ese gran puñado de cineastas cuya materia prima es lo sencillo, lo humano, la luz natural, la realidad. ¿Realidad en una ficción? Pues sí, es lo más sorprendente y lo mejor de La reconquista, que, pese a todos su peros, parece haber tocado un pedacito de realidad. Jonás Trueba rueda Madrid como Woody Allen rueda Manhattan. No con la misma óptica, sino con a el mismo espíritu reivindicativo. Al igual que rueda el espacio, sin inventarse nada, de forma descriptiva, rueda el resto de la película; reivindicando a sus personajes en cada plano, en cada acción, en cada diálogo o silencio. En definitiva, una bonita película de un gran cineasta de lo sencillo.
