Interpretación: Vicente Quintero, Giovanny García, Vicente Peña, Rossana Hernández, Samantha Castillo, Luís Domingo González
Decíamos con motivo la proyección de Hermano en el Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela en Madrid, que quizá sea el cine autóctono una de las mejores aproximaciones posibles a la realidad de Venezuela, omnipresente en los medios de comunicación de España. El gran valor de El Amparo es haber puesto el acento en la víctimas. No solo víctimas de una matanza execrable como, desgraciadamente, ha habido muchas en Venezuela, como la matanza de Cantaura, sino víctimas también de una situación social y económica insoportable. Las víctimas de la pobreza a quienes, por pobres, todos los poderes fácticos creen capaces de instrumentalizar. En la omnipresente batalla política venezolana, a menudo se olvida injustamente de las víctimas. La película expone el último recurso que le queda al pobre cuando lo ha perdido todo, incluida la libertad, que es la dignidad. Una película digna, impecablemente interpretada. Una película muy necesaria que huye de la victimización fácil para mirar a sus personajes como parece que nadie los quiere mirar: a ojos.
