Tenía muchas ganas de leer el premio La Trama de este año. Parece mentira que ya haya pasado más de un año. Espero que Carmen Conde disfrute de la experiencia tanto como yo.
La historia también empieza en el País Vasco, en la carretera entre Zarautz y Getaria, un paisaje precioso e impresionante, donde la protagonista se ve envuelta de forma casual en una historia que la llevara a mezclarse con mafias, recorrer media Europa y enfrentarse a sus propios problemas. La protagonista me parece uno de los puntos destacables de la novela: escritora que trabaja redactando los textos de las colecciones (¿os imagináis algo más atroz que escribir para "Dedales del mundo"?), hipocondríaca, dependiente de todas las drogas estimulantes y tranquilizantes del mercado y, para resumir, más loca que una cabra. Es un personaje al que a veces compadeces y otras asesinarías tú misma, pero siempre te interesa. La historia la lleva a situaciones de acción y peligro constantes, no exactamente realistas, pero sí emocionantes y divertidas. Creo que Carmen Conde ha disfrutado escribiendo esta novela, y eso se nota. Las monas la felicitan de corazón.
La historia también empieza en el País Vasco, en la carretera entre Zarautz y Getaria, un paisaje precioso e impresionante, donde la protagonista se ve envuelta de forma casual en una historia que la llevara a mezclarse con mafias, recorrer media Europa y enfrentarse a sus propios problemas. La protagonista me parece uno de los puntos destacables de la novela: escritora que trabaja redactando los textos de las colecciones (¿os imagináis algo más atroz que escribir para "Dedales del mundo"?), hipocondríaca, dependiente de todas las drogas estimulantes y tranquilizantes del mercado y, para resumir, más loca que una cabra. Es un personaje al que a veces compadeces y otras asesinarías tú misma, pero siempre te interesa. La historia la lleva a situaciones de acción y peligro constantes, no exactamente realistas, pero sí emocionantes y divertidas. Creo que Carmen Conde ha disfrutado escribiendo esta novela, y eso se nota. Las monas la felicitan de corazón.