Esta es una de mis últimas compras en Negra y Criminal. Aquí la tengo, con su sello de inicio y final de la librería, que me pongo nostálgica solo con mirarlo. Es un bestseller del siglo XIX, y eso que era la primera novela del autor. Un hombre aparece asesinado en un carruaje y acusan a un joven rico, guapo y buena persona de ser el criminal. Todas las pistas apuntan en su dirección y, además, él se niega a hacer pública su coartada por defender asuntos de honor, que en aquellos años se tenían muy en cuenta. Lo más curioso para mí es que transcurre en Australia (donde el autor pasó parte de su vida) y muestra una sociedad parecida a la inglesa pero con sus peculiaridades. La trama no es nada del otro mundo: sagaces detectives y abogados, bellas damiselas que enferman si hay una desgracia o se desvanecen ante las malas noticias. Algo ha evolucionado el género humano, nunca he visto a nadie desmayarse de un disgusto, ni tener "fiebre cerebral" que era algo muy común en aquellos tiempos. Nada que ver con Wilkie Collins, solo recomendable para los que necesitan leer novelas de detectives de toda época y condición y para incondicionales de la novela victoriana.
EL MISTERIO DEL CARRUAJE
3 Responses
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¿Has visto "Magnolias de Acero"? A partir de los 20 minutos o así, me parece demasiado moñas, pero hay una boda "sureña" (como las de los vestidos!!!) que hablan de fajas y me parece una de las mejores conversaciones de la historia (y de la Historia)
Claro, ahora me explico. Por eso no uso nunca faja, me parece indigno desmayarme y que encima descubran que llevo faja.
Qué decepción, esperaba más, la verdad.
Si algo aportó la peli "Piratas del Caribe" (la primera) al mundo es explicarnos por qué las mujeres se desmayaban tanto en aquellos tiempos, que se puede resumir en una sola palabra: corsé.