Director: Mikkel Nørgaard
Intérpretes: Fares Fares, Nikolaj Lie Kaas, Danica Curcic, Pilou Asbæk, David Dencik, Sarah-Sofie Boussnina, Johanne Louise Schmidt
Esta es la segunda de una serie de películas sobre los casos del departamento Q, que es el más triste de los departamentos de la policía danesa. Los dos agentes que trabajan ahí --"el moro y el borracho" para los colegas-- están como en el cuarto de las ratas de una comisaría lúgubre. Yo pensaba que en Dinamarca todo era bonito, blanco, limpio y con muebles de Ikea (ya sé que son suecos, pero lo tienen muy cerca)
. Pues no, esta peli es negra como una noche sin luna (¿os acordáis del café del agente Cooper?), todo es terrible, injusto, oscuro y dramático. El único punto luminoso es la secretaria que les ha caído en el departamento, aunque, sinceramente, no se la merecen. Es echar margaritas a los cerdos. Mala vida lleva, la pobre. El caso de esta película es un crimen antiguo, los hijos adolescentes de un policía murieron asesinados. El culpable fue detenido, pero el padre nunca estuvo satisfecho con la resolución del caso. El remover el asunto va a molestar a gente muy importante, pero los agentes de ese departamento son como los ñus, y van de cabeza siempre hacia delante. Es tan violenta que me tuve que tapar los ojos varias veces pero me gustó. Para amantes de lo negro-negro. No apta para remilgados.
Noooo, no eres remilgada. Ni siquiera Edwina lo es. Puedes verla si llevas a alguien a quien pellizcar en los momentos de tensión.
Ahora dudo si soy remilgada, o no.
Bueno, creo que sí.
O puede que no.
¿Para dubitativos no tienes nada?