Hoy arranca la 62º edición del Festival de Cine de San Sebastián, el Donostia Zinemaldia o como dice mi madre, la semana del cine (1). Otras monas mucho más monas que yo darán buena cuenta de lo que pase. Como soy la mona Jamona, estoy obligada a destacar la sección Culinary Zinema. Oremos.
Tras la oración, reflexionemos sobre uno de mis festivales de cine favoritos: El Festival Internacional de Cine Pobre de Gibara, que va por su undécima edición y que ya ha abierto la convocatoria para su duodécima (2). Sabemos que en el cine todo es mentira: los diálogos, los decorados, los extraterrestres y la sangre, ¿por qué no lo iban a ser también el glamour y la opulencia? De hecho, se ha llegado al extremo de que hasta las espectadoras sean de mentira (3).
En una sociedad más desigual se produce cine más desigual, cada vez menos para más y más para menos. La gran familia del cine se ha empobrecido vertiginosamente, como el resto de las familias. En el cine siempre ha habido una facción pobre que el esplendor de las alfombras rojas no dejaba ver. Festivales como el de Gibara tienen un futuro prometedor y quizá debamos ir pensando en celebrar un certamen semejante en nuestro territorio. Un evento de estas características, al ser pobre, no necesita convencer al concejal de turno ni precisa de recursos para ver la luz, basta con que nos juntemos unas cuantas monas. ¿No es maravilloso? ¿Alguna se anima? (4)
(1) El Festival de Cine de San Sebastián dura más de una semana.
Oficina del Festival Internacional del Cine Pobre. Avenida 23 # 1155, edificio ICAIC, Vedado, La Habana, Cuba. CP- 10400
Telefonos: (537)8369493, 8383650 (ext. 195 y 196).
E-mail: festival@cinepobre.icaic.cu
(3) Lo trataré en otra oportunidad, estad atentas.