Santa Marina con el niño de la suripanta |
Pues nada allí estuvieron, murió el padre y fray Marino seguía siendo fray Marino. Pero no acabaron ahí sus problemas. Resulta que a veces se tenía que quedar a dormir en casa de un comerciante por asuntos del convento. Ese hombre tenía una hija que tenía amoríos con un soldado y se quedó embarazada. A la tiparraca no se le ocurrió mejor cosa que decir que fray Marino la había violado. Y Marin@ asumió la culpa sin un más más ni un más menos. El motivo es algo que escapa a nuestra comprensión. No solo la echaron del convento, sino que además de estar de ermitaña tuvo que criar al niño de la pelandusca hija del comerciante. Por fin, la dejaron volver al convento a "realizar las tareas más bajas". Allí siguió sin decir esta boca es mía y cuando murió y la fueron a amortajar se dieron cuenta de que Marino era Marina. Santa no sé, pero discreta un rato.
¿Quién sabe? Los caminos del Señor son inescrutables. (¿alguien ha usado inescrutable en otra frase alguna vez?)
A lo mejor quería salir del convento y a esas alturas no sabía ya muy bien cómo.
pd. "Santa no sé, pero discreta un rato." Qué frase más buena, por favor.
Y sería la inspiración de Catalina de Erauso, la monja alférez.
Menuda historia!!! De ahí saldría Mulan, la película.