Creador: Beau Willimon
Intérpretes: Kevin Spacey, Robin Wright, Kate Mara, Corey Stoll, Michael Kelly
Gracias a esta serie he descubierto mi verdadera vocación en esta vida: la maldad. Sí, lo siento, se acabaron las monas bondadosas tipo Chita, la maldad ha entrado en el niu y no lo abandonará.
La serie que me ha inspirado el camino del mal cuenta las intrigas políticas de Washington. Digo yo que, puestos a tener políticos malvados, que sean tan listos y maquiavélicos como Kevin Spacey y su fantástica mujer en la serie, Robin Wright. Nuestras tramas corruptas tienen tan poca clase... ¿Dónde vamos con unos malos como Ana Botella, Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre o Rita Barberá --the biggest fallera, que diría Wyoming---. No, no yo quiero seguir la senda del mal verdadera, aunque no es fácil. Hay que conspirar 24 horas al día, no permitirte ni una debilidad, ni un poquito de cariño a nadie. A cambio tienes una casa preciosa, vas siempre monísima y mueves los hilos del mundo. Avisados quedáis, no os crucéis en mi camino.
No te creas que yo he conseguido grandes progresos desde que vi la serie. Hay que decir que después de la segunda temporada me pareció que es muy cansado ser mala todoooo el rato.
Me tuvo perturbada y ansiosa y me encantó. Yo soy muy pardilla y no me da para ser mala inteligente…
La forma de hacernos cómplices de sus estrategias es una técnica fantastica…para manipular. Me han dicho que un clasico griego (ya lo siento no se si platón u otro…) en sus obras lo utilizaba..