San Sebastián en plan acerico |
Mirad que íbamos bien predispuestas hacia el santo, pues no nos ha caído bien, qué queréis. Es lo que tiene la historia, te descubre verdades que preferías ignorar. San Sebastián era oficial romano, amigo de Diocleciano y Maximiano, pero parece que se hizo legionario para poder ayudar a los cristianos presos (lo que viene siendo un espía). Claro que el tipo de ayuda que brindaba era como para que le ascendieran. Por ejemplo, la edificante historia de Marco y Marceliano que iban a ser degollados por sus creencias. Horas antes fueron todos sus familiares y pronunciaron emocionados discursos para convencerles de que abjurararan del cristianismo: la madre, el padre, las mujeres con los bebés en brazos. Ya estaban a punto de renunciar a su fe cuando se presenta Sebastián y les dice que eso está muy feo y que al degolladero. Sorprendentemente, les convenció.
Se pasó la vida en estas actividades hasta que se enteró Diocleciano, que no era un hombre pacífico, y mandó que lo mataran a flechazos, pero, gran primicia, NO murió por eso, alguien lo liberó del árbol. Pero el santo era terco como una mula y volvió en busca de Diocleciano y Maximiano que, está vez sí, consiguieron que lo mataran a palos y lo echaran a una cloaca. No estamos a favor de la violencia, pero si alguien se lo ha buscado, es nuestro patrón.