San Fermín nació en Pamplona, como todos suponíais, en tiempos de Diocleciano. Su familia era de posibles, el padre era gobernador y se llamaba Firme, suponemos que el nombre del hijo sería un diminutivo, posiblemente Firmín en origen luego lo cambiaría a Fermín por parecerle más digno. No entiendo por qué una familia romana de pro educó al chico con un presbítero llamado Honesto (a lo mejor les pareció que con ese nombre se le podía confiar la educación de una criatura) pero dudo que a Diocleciano le pareciera muy bien, con lo poco que le gustaban los cristianos.
Bueno la criatura era lista y aprovechó las enseñanzas de Honesto. A los 17 años ya predicaba y a los 25 era obispo (si hubieran esperado a nombrar obispos a los de 70, como ahora, entre que la esperanza de vida era menor y los martirios, no hubieran tenido ninguno).
Se fue a predicar a las Galias y podemos decir que murió de éxito. Estaba el hombre venga a convertir gente al cristianismo y eso estaba mal visto. Pero cuando en Amiens convirtió y bautizó a más de 3000 personas en 40 días, los gobernadores Lóngulo y Sebastián dijeron "hasta aquí hemos llegado" y lo detuvieron y degollaron en un pis pas. De escondidas, eso sí, que San Fermín tenía muchos partidaros. De Lóngulo no sabemos, pero Sebastián recibió su merecido porque poco después la población de Beauvais se amotinó y lo mataron. No sabemos si empezó allí el refrán "a chaque cochon lui arrive son San Martin" que luego se popularizó en español.
Bueno la criatura era lista y aprovechó las enseñanzas de Honesto. A los 17 años ya predicaba y a los 25 era obispo (si hubieran esperado a nombrar obispos a los de 70, como ahora, entre que la esperanza de vida era menor y los martirios, no hubieran tenido ninguno).
Se fue a predicar a las Galias y podemos decir que murió de éxito. Estaba el hombre venga a convertir gente al cristianismo y eso estaba mal visto. Pero cuando en Amiens convirtió y bautizó a más de 3000 personas en 40 días, los gobernadores Lóngulo y Sebastián dijeron "hasta aquí hemos llegado" y lo detuvieron y degollaron en un pis pas. De escondidas, eso sí, que San Fermín tenía muchos partidaros. De Lóngulo no sabemos, pero Sebastián recibió su merecido porque poco después la población de Beauvais se amotinó y lo mataron. No sabemos si empezó allí el refrán "a chaque cochon lui arrive son San Martin" que luego se popularizó en español.