Directora: Haifaa Al-Mansour
Intérpretes: Reem Abdullah, Waad Mohammed, Abdulrahman Algohani, Sultan Al Assaf, Ahd Kamel.
Ya sabéis es que, si algo no somos las monas, es imparciales. Y en esta crítica se nos va a ver bastante el plumero, pero nos da igual. La directora es una mujer de Arabia Saudí, lo que tiene mérito no solo por el hecho de ser mujer, sino que, además, en este país están prohibidos los cines. Por lo visto ha trabajado con un equipo alemán y daba las ordenes por walkie desde una furgoneta.
Cuenta la historia de una niña, Wadjda, que sueña con tener una bicicleta verde para hacer carreras con su amigo. Es una historia sencilla que nos muestra el interior de una familia, de una escuela, con problemas cotidianos en un entorno muy distinto al nuestro. Mientras la veía pensaba "pobres, un concurso de Corán en el colegio, a quién se le ocurre", pero luego me he acordado de los concursos de catecismo que había cuando éramos pequeños y de llevar velo a la iglesia. Eso da esperanza, probablemente esas mujeres no necesitan mucho tiempo para que su situación cambie. Por lo pronto ya hay una que ha hecho una peli.
La actriz que hace de Wadjda es una maravilla: expresiva, divertida, natural. La peli tiene algunos problemas de ritmo, hay partes que resultan un poco lentas, pero tenéis que ir a verla sí o sí, que la historia y la directora lo merecen.
