EL ASESINO HIPOCONDRÍACO


Compré la novela de Muñoz Rengel con la idea de leer una novela negra.  La elegí porque me gustó el título, porque nadie me la había recomendado ni sabía nada del autor. Creo que es su primera novela, que hasta ahora había escrito relatos.
Sin ser para nada lo que esperaba, me ha divertido. El protagonista es un asesino a sueldo hipocondríaco hasta el punto de que siempre cree que es su último día de vida. Sus planes para acabar con su víctima siempre fallan por algún problema relacionado con la salud. Alterna la trama con capítulos dedicados a ilustres hipocondríacos como Proust, Voltaire o Tolstoi.
Me ha recordado un poco a las novelas de Eduardo Mendoza del protagonista del Misterio de la cripta embrujada. No es tan buena, pero el tipo de personaje recuerda al de Mendoza y las situaciones absurdas, también. Es cortita y una lectura ligera muy apropiada para el verano.