Directora: Margarethe von Trotta
Intérpretes: Bárbara Sukowa, Axel Miberg, Janet meter, Julia Jentsch, Ulrich Noethen, Michael Degen.
Elegí esta película por el personaje, porque Margaret Von Trotta más bien me parece una directora espesa. Hace unos años, en una conferencia sobre Bioética, el ponente habló de Hanna Arendt y nos recomendó su libro sobre el caso Eichmann. Yo lo compré y, aunque no lo acabé (no era una lectura ligera precisamente) me interesó el tema.
En la película me gustó mucho más lo que cuenta que cómo lo hace. Tal como yo recordaba esta directora es de estilo un poco farragoso, pero la actriz es tan buena y la historia tan interesante que merece la pena. Cuenta cómo esta filósofa judía alemana que estuvo en un campo de concentración acude al juicio de Eichmann, un nazi capturado por el Mossad que fue juzgado en Jerusalen.
Después escribe unas crónicas del juicio que escandalizan a la opinión pública porque se niega a dar una visión simplista del problema del mal. Merece la pena, creo que este tipo de linchamientos se siguen produciendo hoy en día. Una historia que hace pensar.
