
Me ha gustado esta novela de jóvenes en la Irlanda de 2010. Rachel es una estudiante de filología que trabaja a tiempo parcial en una librería y se va a vivir a un piso destartalado con James, un compañero de trabajo gay que no ha salido del armario. ¡En un año de vida les pasan tantas cosas! La verdad es que la intensidad de la vida en la juventud no tiene nada que ver con la de la edad adulta: los amores, los amigos, salir de noche, pensar qué quieres hacer con tu vida... En un año de la vida de Rachel y James caben diez. La novela es fresca y divertida y muestra algunas particularidades de ser irlandés.