Dirección: Brady Corbet
Reparto: Adrien Brody, Felicity Jones, Guy Pearce, Joe Alwyn, Raffey Cassidy, Stacy Martin, Emma Laird, con Isaach De Bankolé, y Alessandro Nivola
Cuando estrenaron El brutalista me dio mucha pereza ir a verla. ¡Tres horas y media! ¿Por qué los directores se empeñan en torturarnos con pelis tan largas? Que hagan series. Los noventa minutos me siguen pareciendo el metraje ideal, pero ya es muy raro encontrar historias de menos de dos horas. Después, tuvo tan buenas críticas, a todo el mundo gustó tanto que me animé. Yo esperaba una película sobre un hombre que llega a Estados Unidos y consigue triunfar como arquitecto, con mucha explicación sobre el racionalismo, la Bauhaus y el brutalismo. Para nada. Es una historia de un hombre torturado que huye de Hungría después de haber estado en un campo de concentración en la Segunda Guerra Mundial. En Estados Unidos conoce a un mecenas que quiere construir un centro inmenso en memoria de su madre. Tengo que decir que no me aburrí, pero no sé qué nos quería contar el director. ¿El dinero es el que manda? ¿Los inicios de los inmigrantes judíos en EE. UU.? ¿La historia de un hombre torturado? No sé, pero no consiguió atraparme, no me interesó. Por supuesto, los intérpretes están muy bien, es muy bonita visualmente, pero no entiendo el revuelo en torno a El brutalista. Bastante súper-sin-más.