Con este título tan estupendo y lo bien que hablan en redes de este libro, me las prometía muy felices. Gran desilusión. La novela empieza bien: un escritor sin éxito acoge un pingüino porque el zoo no puede mantener a los animales. Poco después, consigue un trabajo que consiste en escribir obituarios de gente todavía viva. Lo raro empieza cuando los protagonistas de sus esquelas empiezan a caer como moscas. Como podéis ver, la historia prometía, pero después se convierte en algo soso, sin ritmo, con un protagonista que te cae mal y, con todas las cosas que le pasan, parece que no pase nada. El autor es ucraniano y me imagino que hay una crítica a la sociedad de su país (está escrita antes de la guerra), pero o no lo pillo o no me interesa. Prescindible, en mi opinión.
