No había leído nada de Paco Gómez Escribano, pese a que hace años que lo conozco de vista de estos saraos de novela negra donde nos movemos. Él es de los de la vieja guardia (negra y roja), a los que les parece que hoy en día a cualquier cosa se le llama novela negra. Yo, ya sabéis, soy una frívola que lo mismo me leo una de David Goodis que un cozy crime. Porque no tengo criterio, que le voy a hacer. Por eso, cuando le pedí a Paco que me firmara la novela, me preguntó si era para regalar. Qué falta de confianza en las mujeres frívolas... Pues la he leído y me ha gustado. El autor conoce los barrios de los que habla, ese extrarradio de Madrid lleno de perdedores machacados por la vida. En esta novela el Pirri, el Perla, el Araña y el Tijeras reciben el encargo de echar a unos tipos que han montado un narcopiso para espanto de los vecinos. La policía no hace nada y, aunque a veces los echan, a los dos días están de vuelta. La banda es un equipo variopinto y ruinoso, expolitoxicómanos que están todo el día borrachos de chinchón y yonquilatas,. Pero tienen sus principios y, no solo por dinero, se meten en un lío que saben que no puede acabar bien. Junto a ellos hay un montón de estupendos secundarios: Julito, un camarero mal encarado; Carmen, una pitonisa con más poderes de los que aparenta; Conchi y Lola, dos prostitutas con mucho instinto maternal, Joaquín, un madero casi buena persona y muchos más. El tema es duro, pero tiene toques de humor, de gente que no tiene nada que perder y se ríe de sí misma. Pues eso, aunque yo al autor le parezca una maripuri, a mí me parece que la novela está dabuten (que diría el Pirri).
NARCOPISO (MONA JACINTA)
No había leído nada de Paco Gómez Escribano, pese a que hace años que lo conozco de vista de estos saraos de novela negra donde nos movemos. Él es de los de la vieja guardia (negra y roja), a los que les parece que hoy en día a cualquier cosa se le llama novela negra. Yo, ya sabéis, soy una frívola que lo mismo me leo una de David Goodis que un cozy crime. Porque no tengo criterio, que le voy a hacer. Por eso, cuando le pedí a Paco que me firmara la novela, me preguntó si era para regalar. Qué falta de confianza en las mujeres frívolas... Pues la he leído y me ha gustado. El autor conoce los barrios de los que habla, ese extrarradio de Madrid lleno de perdedores machacados por la vida. En esta novela el Pirri, el Perla, el Araña y el Tijeras reciben el encargo de echar a unos tipos que han montado un narcopiso para espanto de los vecinos. La policía no hace nada y, aunque a veces los echan, a los dos días están de vuelta. La banda es un equipo variopinto y ruinoso, expolitoxicómanos que están todo el día borrachos de chinchón y yonquilatas,. Pero tienen sus principios y, no solo por dinero, se meten en un lío que saben que no puede acabar bien. Junto a ellos hay un montón de estupendos secundarios: Julito, un camarero mal encarado; Carmen, una pitonisa con más poderes de los que aparenta; Conchi y Lola, dos prostitutas con mucho instinto maternal, Joaquín, un madero casi buena persona y muchos más. El tema es duro, pero tiene toques de humor, de gente que no tiene nada que perder y se ríe de sí misma. Pues eso, aunque yo al autor le parezca una maripuri, a mí me parece que la novela está dabuten (que diría el Pirri).
Por fin lo has leído
No he tardado mucho. Lo compré en julio.
por fin!
Por fin ¿qué?