Esta es la novela póstuma de Almudena Grandes. La he leído con mucho cariño y mucha pena al pensar que no vamos a seguir disfrutando con sus obras. Creo que me quedan un par por leer. Me los iré dosificando. Es una distopía bastante inquietante. Después de la pandemia de COVID a un empresario le llama la atención lo fácil que es conseguir que un país entero obedezca. Esto le lleva a pergeñar un plan, que requiere tiempo, paciencia y dinero, pero que pondrá a todo el país en sus manos. Digo que es inquietante porque resulta muy verosímil y mucho más cercano que el mundo feliz de Huxley. Me encanta como describe la autora a los personajes, te hace sentir que los conoces: desde una adolescente a un jubilado, de un policía a una joven hondureña que trabaja en el servicio doméstico. Quizás el final no es tan redondo, me ha hecho pensar que estaba ya enferma y no pudo rematarlo a su gusto. En cualquier caso, he disfrutado mucho de la lectura y en este niu nuestra Almudena tiene siempre
