Esta novela de Andreu Martín tiene sus años y se le notan un poco, creo que no ha envejecido muy bien. La historia nos presenta a unos crímenes en la Barcelona olímpica que parecen cometidos por un asesino en serie, pero el lector pronto queda desconcertado porque empiezan a aparecer imitadores y ya no sabes quién es realmente el asesino. La estructura es original, pero las historias son todas muy truculentas, un poco excesivas y un poco típicas. Me gusta más el Andreu Martín de ahora que el del 92. También os digo que este hombre, aun cuando está mal, está bien.
