Estoy cogiendo afición a los casos del Departamento Q. Para los que no los conozcáis, es una serie sobre un departamento de la policía danesa que se ocupa de casos sin resolver. Llamarlo departamento es un poco pomposo porque en realidad son cuatro gatos que trabajan en un sótano mal apañado. En realidad, tres gatos: Carl Mørck, el jefe del departamento; Assad, su ayudante para todo, y Rose una secretaria que también es capaz de asumir cualquier tarea. En esta ocasión creen que el caso ha llegado a sus manos por error, ya que hay un hombre en la cárcel que se autoinculpó del asesinato de dos hermanos. Pronto descubren que en el caso hay bastantes cabos sueltos y la investigación les pondrá en contacto con una banda de desalmados. Siempre son unos casos de malos remalísimos, pero son entretenidas y soy bastante fan de Assad y sus “o sea” y “entonces” constantes.
