Ayer tuve la suerte de conocer y presentar a Elena Moreno con su última novela: La frontera lleva su nombre. Me llegó el libro el domingo y no sabía si me daría tiempo a leerlo antes de la presentación. No tuve ningún problema; en cuanto lo empecé no pude parar de leer. La novela nos muestra un siglo de historia de Europa a través de sus protagonista, una saga de mujeres de la misma familia. Arranca en octubre de 1913, cuando la joven Esperanza, vecina de Burgui, se dispone a pasar caminando a través de los pirineos hacia Francia. Su destino y el de otras muchas jóvenes del Roncal es Mauleón, donde trabajarán en las fábricas de alpargatas seis meses al año. Van en octubre y vuelven en mayo, por eso las llaman "las golondrinas". Como muchas partes de la historia protagonizada por mujeres, hay poca información, no se consideró importante, pero Elena Moreno rescata este y otros muchos fragmentos de la historia a la vez que nos sumerge en una narración apasionante. Hay cuatro Esperanzas en el libro: la golondrina; su hija, que quiso ser cirujana; su nieta, que encerró dentro de sí todos los secretos de la familia, y su bisnieta, joven y enamorada, que se dispone a abrir la caja de los recuerdos.
Como nos decía ayer la propia Elena, la historia es una protagonista más de esta novela. Las dos guerras mundiales, la Guerra Civil española, los maquis, las mujeres que tuvieron un papel relevante e ignorado, el campo de concentración de Gurs, tan cercano y tan desconocido. También el paisaje es protagonista y te entran muchas ganas de conocer el Roncal.
Una novela para disfrutar.