Hemos organizado un club de lectura con mis hermanos. Me hace mucha ilusión, aunque sea una tontería. Yo propuse un libro que fue boicoteado, pero no les guardo rencor porque soy una mona súper buena persona. Además acepté leerme El pintor de almas, que tiene más de 600 páginas, sin rechistar. Ildefonso Falcones (que últimamente ha salido en la prensa por defraudar a hacienda) es el autor de La catedral del mar. Se ve que al hombre le gusta, al contrario que a mí, la novela histórica. También se ve que no es amigo del resumen. Esta novela transcurre en Barcelona a principios del siglo XX. Es una época revuelta, con grandes desigualdades sociales. Dalmau, un joven artista que trabaja en el diseño de azulejos, pertenece a una familia muy humilde e implicada en la lucha obrera. Su hermana Montserrat y su novia Emma participan activamente en todas las protestas. Por otra parte, es la época de la eclosión del modernismo y se están construyendo los edificios más emblemáticos de la ciudad. La parte de los conflictos y del modernismo tiene su interés, pero la historia de los protagonistas me parecía un mal Dickens. Los pobres buenísimos y los ricos malísimos. Toda clase de desdichas y calamidades caen sobre nuestros héroes, y en 600 páginas caben muchas desgracias. Para amantes del culebrón histórico. Además este señor nos cae mal por defraudador. De modo que le damos:
