Me declaro ya abiertamente fan de Edurne Portela. ¡Qué bien escribe esta mujer! En esta novela Ariadna y su marido se van a vivir a un pueblo perdido de no sabemos dónde. Solo viven unos cuantos viejos que guardan oscuras historias de la Guerra Civil. Entre ellos está Pedro, que tiene la historia más negra de todas que, poco a poco, irá descubriendo Ariadna, que también tiene una ligazón con el pueblo que iremos conociendo a lo largo de la novela. Me ha resultado llamativo lo bien que está elegida la voz del viejo, lo verosímil que resultan esos recuerdos de guerra y posguerra, de odios, pobreza y también ternura. Preciosa.
