Me gustan las novelas que pasan en San Sebastián. Y las películas. No sé por qué, es un poco absurdo porque es la ciudad que mejor conozco y raro será que la novela me descubra algo, pero me encanta mirar mi ciudad con los ojos de un extraño. Benjamin Black me gusta, he leído algunas novelas de Quirke y La rubia de ojos negros, al estilo de Chandler. He de decir que me ponen un poco nerviosa los detectives alcohólicos. Siempre me dan ganas de decirles: "no, no bebas por favor" y, claro, nunca me hacen caso. De todas formas, no me extraña que la gente beba en Irlanda, no concibo mayor carga que nacer en un país pobre, católico y nacionalista. No hay por donde escapar. En esta aventura, Quirke es casi feliz: está de vacaciones en San Sebastián, está felizmente casado y solo bebe lo normal (para un irlandés o un vasco). Por un pequeño accidente tiene que acudir a un hospital y allí ve a una joven que le recuerda mucho a una amiga de su hija. Lo raro es que la chica está muerta. Quirke no es un hombre que deje las cosas a medias y la obsesión con la joven le va a traer muchas complicaciones. Me ha resultado curiosa la visión de un San Sebastián de los años ¿60? y me han gustado mucho los personajes de la novela. La trama no es nada extraordinario, pero se lee muy bien.
QUIRKE EN SAN SEBASTIÁN (MONA JACINTA)
Me gustan las novelas que pasan en San Sebastián. Y las películas. No sé por qué, es un poco absurdo porque es la ciudad que mejor conozco y raro será que la novela me descubra algo, pero me encanta mirar mi ciudad con los ojos de un extraño. Benjamin Black me gusta, he leído algunas novelas de Quirke y La rubia de ojos negros, al estilo de Chandler. He de decir que me ponen un poco nerviosa los detectives alcohólicos. Siempre me dan ganas de decirles: "no, no bebas por favor" y, claro, nunca me hacen caso. De todas formas, no me extraña que la gente beba en Irlanda, no concibo mayor carga que nacer en un país pobre, católico y nacionalista. No hay por donde escapar. En esta aventura, Quirke es casi feliz: está de vacaciones en San Sebastián, está felizmente casado y solo bebe lo normal (para un irlandés o un vasco). Por un pequeño accidente tiene que acudir a un hospital y allí ve a una joven que le recuerda mucho a una amiga de su hija. Lo raro es que la chica está muerta. Quirke no es un hombre que deje las cosas a medias y la obsesión con la joven le va a traer muchas complicaciones. Me ha resultado curiosa la visión de un San Sebastián de los años ¿60? y me han gustado mucho los personajes de la novela. La trama no es nada extraordinario, pero se lee muy bien.