Elegí esta novela entre las tres que pensaba comentar del "Reto Serendipia 2021". Me gusta mucho descubrir autoras que tuvieron el valor de escribir y publicar en épocas en las que se pensaba que debían estar bordando o tocando el piano. Qué mejor día que el 8 de marzo para la reseña de esta autora poco conocida. Amy Levy fue una escritora británica judía de finales del siglo XIX. Fue muy precoz, con trece años escribía poemas y a los catorce publicó un ensayo sobre el bíblico rey David. Fue a la universidad de Cambridge, que abandonó a los veinte años para dedicarse exclusivamente a escribir. Tuvo varios episodios de depresión y su condición de mujer judía y homosexual no le hizo la vida nada fácil. Pese a que se suicidó con 28 años dejó numerosos poemas, ensayos y tres novelas. Esta es la primera y muestra bien el pensamiento de la autora. Las cuatro hermanas Lorrimer (como las de Mujercitas) se han quedado huérfanas y deciden salir adelante montando un negocio de fotografía, antes el escandalizado asombro de parientes y amigos. La mayor, Fanny, que es medio hermana es más tradicional y, aunque el plan no es de su gusto, accede a apoyar a sus hermanas; Gertrude, la segunda, es escritora y el alma del negocio, se hace responsable de sus hermanas y pone todo su empeño en el proyecto; Lucy también está muy implicada en el negocio y es la más tranquila de las cuatro, y Phyllis, la menor, es la belleza delicada de la familia (era un rol muy común en esa época). Las jóvenes representan a las New women, deben resolver problemas para los que están escasamente preparadas, enfrentarse a prejuicios y protegerse de los hombres con intenciones poco honorables. He disfrutado con la lectura y voy a ver si encuentro las otras novelas de la autora. Si no la conocéis, os propongo rescatarla del olvido.
HISTORIA DE UNA TIENDA (MONA JACINTA)
Elegí esta novela entre las tres que pensaba comentar del "Reto Serendipia 2021". Me gusta mucho descubrir autoras que tuvieron el valor de escribir y publicar en épocas en las que se pensaba que debían estar bordando o tocando el piano. Qué mejor día que el 8 de marzo para la reseña de esta autora poco conocida. Amy Levy fue una escritora británica judía de finales del siglo XIX. Fue muy precoz, con trece años escribía poemas y a los catorce publicó un ensayo sobre el bíblico rey David. Fue a la universidad de Cambridge, que abandonó a los veinte años para dedicarse exclusivamente a escribir. Tuvo varios episodios de depresión y su condición de mujer judía y homosexual no le hizo la vida nada fácil. Pese a que se suicidó con 28 años dejó numerosos poemas, ensayos y tres novelas. Esta es la primera y muestra bien el pensamiento de la autora. Las cuatro hermanas Lorrimer (como las de Mujercitas) se han quedado huérfanas y deciden salir adelante montando un negocio de fotografía, antes el escandalizado asombro de parientes y amigos. La mayor, Fanny, que es medio hermana es más tradicional y, aunque el plan no es de su gusto, accede a apoyar a sus hermanas; Gertrude, la segunda, es escritora y el alma del negocio, se hace responsable de sus hermanas y pone todo su empeño en el proyecto; Lucy también está muy implicada en el negocio y es la más tranquila de las cuatro, y Phyllis, la menor, es la belleza delicada de la familia (era un rol muy común en esa época). Las jóvenes representan a las New women, deben resolver problemas para los que están escasamente preparadas, enfrentarse a prejuicios y protegerse de los hombres con intenciones poco honorables. He disfrutado con la lectura y voy a ver si encuentro las otras novelas de la autora. Si no la conocéis, os propongo rescatarla del olvido.